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EVENTOS

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FIESTAS

SAN PEDRO y SAN JUAN

Fiestas de San Pedro:

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El San Pedro es una fiesta que motiva a los neivanos a expresar el amor entrañable por su tierra; este afecto lo plasmó Luis H. Rivas Rojas, así: "Llegar a nuestros pueblos, en esta época, es encontrarnos con compadres y comadres; es vivir la tarde de junio cerca de un horno que ríe con el tiempo, es encontrarnos con un hombre de fuerte semblanza curtido por el sol, de arremangado pantalón pero creyente en Dios, es encontrarnos con una morena de trenzas largas, de mirar atardecido, de corazón casto y de secretos, es respirar profundamente la brisa de sus arrozales, tomarse un aguardiente, y regocijarse con un trozo de bizcochuelo, es observar los viejos caminos bordeados por guásimos, matarrones, samanes y hasta bañarse en la recordada quebrada ,es volver de ronda por las calles añoradas y preguntar por nuestros personajes predilectos".

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Es natural que todos estos factores conserven su hilo conductor con el San Pedro, la fiesta principal del Huila, Sur y Centro del Tolima. El compadrazgo, por ejemplo, es una costumbre que se forjó en el seno de la vivencia diaria entre vecinos, amigos y parientes. Es el vínculo de unión a través del cual se realizan reuniones, encuentros y fiestas, sea en el campo o en el pueblo. Es ya un elemento cultural enraizado a lo largo del Tolima Grande. Igualmente, con ese dejo característico del calentano, se identifica claramente al hombre nacido en esta región.

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Fiestas de San Juan:

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La fiesta del San Juan en el suelo opita, es sin lugar a dudas como la de San Pedro una verdadera esencia tradicional, una costumbre, un mito y casi que un festejo de religiosidad por lo arraigadas en el corazón de los huilenses; en esta fiesta de San Juan, el 24 de junio, en toda la comarca opita se le da rienda suelta con bailes campesinos, cabalgatas, aguardiente y folclor.

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Así parece el opita raizal, apegado a sus viejas tradiciones, por querer aún hoy día, aferrarse a sus creencias y afectos, es por ello, que la fiesta del San Juan, que junto con la del San Pedro, son las fiestas reales del Huila, deben celebrarse con gran derroche de alegría, música, baile, abundante comida y generosidad de licor.

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Allí hace su presencia la tradición de la “matada del marrano”, un rito más qué pagano, de afecto y unidad familiar, pues alrededor de esta tradición toda la familia y los buenos vecinos se reúnen para preparar lo que habrá de ser la comida de desde el 24 al 30 de junio, el famosos asado huilense, comida tan especial como única en el concierto nacional.

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